miércoles, 4 de mayo de 2011

Una reflexión...


Se que muchos buenos maestros trabajan duro para que sus alumnos se acerquen a la cultura y al pensamiento, llevándose trabajo a casa, formándose continuamente y preocupándose día a día de esos niños.
Esos buenos maestros nos abren la mente, nos enseñan cosas nuevas, nos muestran la maravillosa diversidad, lo complejo que es el mundo, y nos acompañan en nuestro viaje.  De ellos depende, en buena medida, el futuro de la sociedad y el bienestar de los niños, de ahí la importancia del maestro aunque socialmente poco reconocido.
A ellos les dedico esta entrada, para reconocer su trabajo, su dedicación, su cariño...
No me gustan los maestros  rígidos, que no se reciclan y siguen aplicando castigos y métodos pedagógicos anticuados, perjudicando a los niños. Pero a los buenos maestros les considero muy importantes.
Sara Belén Martín

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